Número tres. Sur.
Cerbero
es el perro que guarda las puertas de los infiernos y cada cierto periodo de
tiempo un par de se atreve a llevarle un plato de croquetas. A veces
se les pasa la mano y le dejan un pedacito de su ser para poder tener un
pretexto de volver. Solo dos conocen el camino y solo ellos saben que es largo,
lleno de postes de luz que son cómplices. No es un lugar prohibido, pero solo ellos dos
lo conocen. El reloj no es el mismo, el reloj ahí es rebelde y gira en contra. El sur es el este, y al lado este, se encuentra el corazón. Suena una canción distinta cada que pasan por ahí, pero la
primera vez caminaban al ritmo de Las batallas.
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