Número cuatro. Este.
Terminando el primer ciclo de este blog. Las
tres del reloj, y el Este del mapa. Todo comenzó con una canción. Todo comenzó con
una actividad complementaria y termina esperando un comienzo. Sin saciar mis
ganas de escribir, les presento la canción que me regaló la inspiración para
completar una tarea. Una canción de un grupo musical con el que he crecido y
que me ha acompañado en los acontecimientos más importantes de mi vida, quienes
me han ayudado a cruzar las fronteras del tiempo, ir y venir cuando se me plazca.
He navegado en esta vida con estos cuatro puntos cardinales, amor y dulzura,
fuerza y coraje, siempre ubicado, nunca perdido. Buenos días, buenas tardes, o
buenas noches, pero buenas.
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